miércoles, 25 de septiembre de 2013

LOS PROBLEMAS QUE LOS NIÑOS ÍNDIGO PUEDEN EXPERIMENTAR




Yo he explorado algunos de los atributos positivos de los Niños Índigo pero a continuación les mostraré tres COMPLICACIONES de las que he sido testigo, tanto profesional como privadamente con los Niños índigo.

Ellos DEMANDAN MUCHA ATENCIÓN y sienten que la vida es demasiado valiosa para dejarla pasar. QUIEREN QUE LAS COSAS SUCEDAN y con frecuencia fuerzan una situación a fin de lograr sus expectativas. Los padres caen fácilmente en la trampa de "hacer cosas" por su hijo en lugar de desempeñar el papel de ejemplo y de compartir con el niño. Una vez que esto sucede, usted puede apostar que siempre tendrá al niño a su alrededor como si estuvieran unidos por una cuerda.

Estos emisarios pueden llegar a perturbarse emocionalmente por quienes no entienden el fenómeno Índigo. Ellos no pueden entender cómo otros operan en diferentes áreas menos en el amor. Son extremadamente vivaces y tratan de ayudar a otros niños necesitados aunque su ayuda es muchas veces rechazada. En la juventud tienen dificultad para adaptarse con estos otros niños.

Los Niños Índigo, con frecuencia son diagnosticados como niños con desórdenes de atención o alguna forma de hiperactividad. Ciertamente hay muchos casos en que el diagnóstico es válido basados en causas químicas y genéticas, pero qué decir de aquellos casos que son mal interpretados, sólo porque la ciencia no acepta como terapéuticamente importante focalizar su atención en el espíritu y en el reino etérico de estos niños.

Yo he hablado con niños y adultos que parecen tener desórdenes de la atención o de ser hiperactivos, pero en quienes yo he visto patrones de pensamiento focalizados en el reino espiritual y etérico. Estos Índigo, clasificados como poseedores de desórdenes de la atención, no pueden relacionarse consistentemente con la mente lineal u objetivos lineales. Esto no es un déficit sino una característica muy valiosa, y si se propicia un diálogo creativo donde ellos puedan expresar sus actividades en forma segura y dándoles orientación espiritual a su reino creativo, será la clave para tratar los desórdenes de la atención (hiperactividad).

La denominación de “hiperactivo” o “poseedor de desórdenes de la atención” puede llegar a ser más traumática para una persona que el síntoma mismo. Esto puede hacer que la persona niegue sus propias habilidades internas y subestime sus habilidades. Una cuidadosa atención debe darse antes de calificar a alguien en esta categoría y por supuesto no debe iniciarse ningún tratamiento sin que el paciente haya sido investigado exhaustivamente.
  • ¿Vendrá a nuestro planeta una generación posterior de Niños índigo?
  • Como padres y como adultos ¿apreciamos a los emisarios que el creador Madre-Padre nos ha enviado?
  • ¿Estamos preparados para escuchar?
No podemos negar que ellos han llegado a este mundo con una consciencia mejor equipada para enfrentar la realidad que compartimos. Permanezcamos cada uno de nosotros puros de corazón y abierto de espíritu y aceptemos los regalos que nos traen los emisarios del cielo.
 

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